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¡Conoce El Palmeral de Elche! Ubicada en la parte sur de la Comunidad Valenciana, y siendo la segunda ciudad más poblada dentro de la provincia de Alicante, Elche siempre ha llamado la atención de los viajeros y turistas. Tal vez no tenga costa propiamente dicha, al estar su núcleo principal de población alejado del mar, pero la playa está a tan solo unos kilómetros. Con más de 200.000 habitantes, Elche se ha convertido en una ciudad por derecho propio, ofreciendo todo tipo de amenidades como restaurantes, tiendas y centros comerciales. Pero también es una ciudad reconocida por su potencial turístico, por todo lo que ofrece a los que se deciden a pasar unos días en ella. Conocida internacionalmente por el descubrimiento de la Dama de Elche, una escultura encontrada en la zona, pero que injustamente no se encuentra ahora en territorio ilicitano.
Patrimonio de la Humanidad
Si bien son muchos los que se acercan a Elche de oídas por esa escultura, y tal vez se decepcionen al no encontrarla por aquí, la ciudad todavía ofrece un montón de oportunidades de descubrir cosas interesantes. Y es que cuenta con una historia apasionante, siendo uno de los primeros emplazamientos íberos, y poseyendo vestigios de otras tantas culturas, así como lugares imprescindibles para una visita. Sin ir más lejos, Elche posee un lugar considerado como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, algo que no muchas ciudades pueden presumir.
Se trata del Palmeral de Elche, una imponente extensión de terreno de más de 500 hectáreas donde encontraremos miles de palmeras, uno de los árboles más típicos de la zona mediterránea. El Palmeral se ha convertido en una especie de símbolo para la ciudad, y hoy por hoy es el lugar que más visitantes recibe. ¿Quieres conocer más sobre este sitio tan emblemático? Pues sigue leyendo, porque aquí te vamos a contar todos los secretos del Palmeral de Elche.
Historia de El Palmeral de Elche
Las palmeras son árboles tropicales muy típicos en las zonas cálidas y templadas, así que es lógico encontrarlos en el sur de Europa y norte de África. Son uno de los árboles más identitarios del clima mediterráneo, junto a los olivos. Su imponente tamaño, que alcanzan siempre con la madurez y siendo cuidadas convenientemente, hacen de ellas un auténtico lujo para cualquier ciudad. Los historiadores no se ponen de acuerdo para decidir si la palmera estaba ya presente en Elche en los tiempos íberos, o fueron los fenicios los que la trajeron a este lugar, en sus muchos viajes comerciales. El caso es que desde hace siglos este espacio está dedicado a las palmeras, expandiéndose gracias a los conocimientos que los egipcios tenían sobre el regadío.
En la época musulmana, el Palmeral de Elche era incluso más grande de lo que vemos hoy en día, contando con más de 300.000 ejemplares, la mayoría de palmera datilera, como ocurre actualmente. A través de nuevos sistemas de riego, el Palmeral de Elche siguió creciendo, hasta que se frenó su avance con la Reconquista. Sin embargo, ya los primeros reyes cristianos en la zona sintieron interés por proteger este vergel, y proclamaron leyes para cuidarlo de manera adecuada. Es así como se ha podido mantener, desde hace un par de milenios, un lugar tan especial como este, contando con palmeras que son realmente antiguas y sobrepasan los 25 metros de altura.
Características del Palmeral de Elche
Cualquiera podría pensar que un palmeral no es un lugar a tener tan en cuenta, porque existen muchos en el mundo. Sin embargo, el Palmeral de Elche es el más grande toda Europa y uno de los más importantes del mundo. Con sus 500 hectáreas de terreno y cerca de 300.000 árboles, este lugar se ha convertido en un sello de identidad para Elche. De hecho, es probable que si te encuentras con alguien de la ciudad y le preguntas qué visitar, lo primero que te diga sea que acudas a este palmeral. El lugar está compuesto por diferentes conjuntos naturales, como el Parque Municipal, la Huerta de Abajo o la Huerta del Cura. Es en esta última donde se encuentran los ejemplares más antiguos e impresionantes, con cerca de 300 años y una altura imponente.
La gran mayoría de palmeras de este palmeral son datileras, y ofrecen su fruto en diciembre. De hecho, es habitual encontrar dulces y platos preparados con dátiles en la gastronomía ilicitana, gracias precisamente a la abundancia de este producto. Son palmeras muy parecidas a las autóctonas de lugares como Irán, pero se han adaptado perfectamente al ambiente mediterráneo. Como ya apuntábamos antes, el palmeral ha sido protegido durante siglos para preservarlo, y hoy por hoy el Ayuntamiento de Elche se esfuerza mucho en su conservación. Se han creado diferentes rutas para poder visitarlo y disfrutar de los ejemplares más espectaculares, como la famosa Palmera Imperial, que destaca entre todas sus congéneres por su singular aspecto.
La Palmeral Imperial
La conocida como Palmera Imperial se encuentra precisamente en la Huerta del Cura, y aunque no es una de las más viejas ni más grandes de la zona, sí que ha llamado mucho la atención. Se dice que ya a principios del siglo XIX esta palmera destacaba entre las demás, puesto que le habían crecido siete brazos, casi como si de un candelabro se tratara, desde el tronco. La palmera ha ido creciendo y actualmente sobrepasa los quince metros de altura contando las hojas. Y como curiosidad, el nombre de Palmera Imperial se lo dio la emperatriz Sissi de Baviera, al visitar el huerto en 1894 y asegurar que aquella impresionante palmera era “digna de un Imperio”.
Un icono de la ciudad
Más allá de su evidente importancia natural y ecológica, siendo uno de los lugares más espectaculares de toda la ciudad, el Palmeral de Elche se ha convertido en un símbolo. Y es que los ilicitanos llevan conviviendo con este lugar desde hace siglos, y muchos los reconocen fuera de la ciudad precisamente por las palmeras. Lejos de enojarse, los propios habitantes de Elche profesan un profundo cariño por este lugar y por los árboles que lo componen. El propio escudo de la ciudad cuenta, en su parte superior, con una figura femenina que porta una palma. Y cada año, el Ayuntamiento de Elche se encarga de enviar palmas blancas durante la Pascua a personalidades importantes, como reyes, jefes de Estado o al mismísimo Papa, como símbolo de la ciudad y de la tradición cristiana del Domingo de Ramos.